Parte 2: Sobre el extraño talento del señor Geoffrey Pirate Prentice...
Como se mencionó en la entrada anterior, el capitán Geoffrey Pirate Prentice es poseedor de ciertos extraños talentos: uno es preparar los más variados manjares matutinos con bananas, el otro, —uno mucho más interesante a ojos de quienes dirigen la guerra— es lo de "meterse en las fantasías de los demás: puede, de hecho, asumir la carga de manipularlas" (pág. 26)
De sus dos habilidades Prentice domina y disfruta de la primera: el cultivo y la preparación de bananas se le dan estupendamente bien. Ante la segunda en cambio experimenta desconcierto e incomodidad: no sabe por qué la posee, no puede controlarla a voluntad, sólo sabe que de pronto y sin aviso puede pasearse libremente por los pensamientos de otro, de hecho, puede llegar a controlarlos.
Su primera entrada a una fantasía es presentada en la página 28. En un único gran párrafo narrado de forma torrencial (aunque en ningún caso incoherente o especialmente difícil de entender), saltando de una idea o escenario al siguiente, cambiando de tiempo narrativo a voluntad, se describe lo que ocurre durante el primero de sus trances...
Su primera entrada a una fantasía es presentada en la página 28. En un único gran párrafo narrado de forma torrencial (aunque en ningún caso incoherente o especialmente difícil de entender), saltando de una idea o escenario al siguiente, cambiando de tiempo narrativo a voluntad, se describe lo que ocurre durante el primero de sus trances...







