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martes, 27 de diciembre de 2016

Un día como hoy, Pynchon

En un día como hoy (aunque no en el sentido estricto en que suele utilizarse la frase en un día como hoy), decidí iniciar la lectura y la reseña página a página de una novela en principio inabarcable. Y, una intervención quirúrgica, varios empeños por reinventar mi trabajo y dos intentos fallidos con fósiles de mi pasado después, me he dado cuenta de que casi lo único que sobrevive de ese pasado reciente, es el hecho de que sigo leyendo a Pynchon. 

Y anoche, a las 03:45 de la mañana, cuando cerraba la novela en la página 432, he decidido que ya es hora de volver a la reseña y a la vida.


Para re-empezar, os dejo una selección de las portadas del "El arco iris de gravedad" en diversos idiomas y de diversos países. Por quedarme, me quedo con la rusa...

jueves, 15 de septiembre de 2016

Reseña; Nocturno de Chile (Roberto Bolaño)

Novela corta que lo abarca todo; recuerdos, angustia, terror, dolor. Un halcón perdiéndose en los cielos de Burgos. Una culpa envejecida que nos observa desde un rincón con la fría mirada de un espectro de los sueños.

Nocturno de Chile (2009) narra la historia y todas las historias del sacerdote chileno, poeta y crítico literario Sebastián Urrutia Lacroix, durante la que él presume la última noche de su vida. Agobiado por la fiebre repasa sus momentos más importantes; sus primeros años como sacerdote, su iniciación en el acomodado y acomodaticio mundo de las letras chilenas, las oscuras circunstancias en las que conoce a los personajes que definieron un tiempo de la historia de América Latina. Un tiempo que se proyecta en el tiempo y que parece, hoy, más vigente que nunca. 

miércoles, 15 de junio de 2016

El tratado de los maniquíes, Bruno Schulz

Mucha, una gran parte, de la obra de Bruno Schulz se ha perdido. En cajas que repartió entre sus conocidos fuera del gueto de Drohobycz donde pasó sus últimos días, había decenas de dibujos, esbozos hechos a lápiz, borradores, notas de futuros relatos; el original de El Mesías, el texto en que trabajaba por esos días y que, probablemente, ya se encontraba acabado. Fue asesinado por un ajuste personal de cuentas entre dos oficiales de las SS poco antes de que consiguiera escapar del gueto con ayuda de algunos amigos.

viernes, 6 de mayo de 2016

La desaparición de las cosas

"Según las últimas investigaciones en el terreno de la evolución psicosocial, la repentina desaparición de pequeños utensilios domésticos, se debería a la actividad de un tipo particular de seres pequeños, obviamente invisibles, no extremadamente peligrosos que surgirían de forma espontánea en las casas que han permanecido durante mucho tiempo abandonadas. 


Figura 17.1. Los demonios urbanos, George Lilanga.
La fotografía forma parte de la exposición permanente del
Museo de Bagamoyo, Tanzania.
La teoría (en la práctica sólo se percibe su influjo perturbador) señala que las casas abandonadas no son, en sí mismas, una fuente generadora de sucesos peligrosos o terribles, se sostiene, simplemente, que la conjunción de ciertos factores más o menos inusuales sobre espacios deshabitados facilitaría la aparición de seres o demonios con cualidades cuasi humanas. 

Dicha teoría está, sino completamente comprobada, si muy bien documentada.

En 1953 el reconocido sociólogo tanzano George Lilanga, capturó la que hasta hoy sigue siendo la única evidencia material de la existencia de dichos demonios, utilizando para ello el ingenioso acoplamiento de una cámara fotográfica Zenit-EM de fabricación rusa más un aparato de resonancia transelíptica orbital. Así, la maravillosa conjunción de instinto e ingenio, el juego de luces y sombras generado por una sábana blanca y los lejanos aullidos de la noche tanzana, hicieron posible una toma que ha pasado a la historia como la única prueba incontestable de seres que habitan dimensiones paralelas o subparalelas a la nuestra.

jueves, 28 de abril de 2016

Aparato raro

Reproducción del aparato hecha por Paolo Soleri
(ingeniero de minas). La imagen es cortesía de sus herederos.
"En 1850, durante una excavación en Mokelumne Hill en el condado de Calaveras, un aparato raro fue encontrado bajo la tierra. 

Cuando la pala del gambusino dio, con fuerza y estrépito, contra una superficie decididamente metálica, supieron al punto que habían encontrado algo, aunque al observarlo con cuidado no fueron capaces de precisar el qué. 

Nunca sabremos el influjo real que dicho aparato pudo tener sobre el curso de la vida en aquella región, sin embargo es necesario mencionar que esa misma noche la señora Mellie quien había disfrutado durante toda su vida de una salud irreprochable, murió sin más sobre las colchas de su cama. Tenía entre las manos la foto de un hombre joven que nadie conocía, un hombre que los observó a todos con indisimulado reproche, como si al extender los dedos de la señora Millie para retirar la foto se hubiese roto un hilo irreparable. 

miércoles, 20 de abril de 2016

Fragmento de "Eróstrato, incendiario" (1896), Marcel Schwob

Arde, arde, todo arde. Eróstrato grita su nombre en medio de las llamas, funde su huella con las cenizas del Artemision. 

Eróstrato; el más devoto, el más leal, el repudiado por la diosa. Eróstrato el incendiaro. 

No pretende huir, los guardias le cogen, no opone resistencia. Ha profanado el tesoro de Artemisa, sólo él conoce el gran secreto vedado a los filósofos; las palabras de Heráclito latirán en su memoria más allá de la muerte.

Ha alimentado el fuego con el manto sagrado. Los pilares del templo se funden con la cúpula de ébano. Las voraces lenguas rojas tampoco mostrarán respeto por la diosa.

"En efecto; al ser torturado confesó que había comprendido de repente el sentido de la palabra de Heráclito, el camino de lo alto, y porqué la filosofía había enseñado que el alma mejor es la más seca y la más inflamada. Atestiguó que su alma, en ese sentido, era la más perfecta y que él había querido proclamarlo. No reconoció ningún otro motivo a su acción como no fuera la pasión por la gloria y la alegría de oír proferir su nombre. Dijo que sólo su reino hubiera sido absoluto, puesto que no se le conocía ningún padre y que Herostratos hubiera sido coronado por Herostratos, que era hijo de su obra y que su obra era la esencia del mundo; que de ese modo habría sido al mismo tiempo rey, filósofo y dios, único entre los hombres."
La noche en que Eróstrato incendió el templo en Éfeso, vino al mundo Alejandro, rey de Macedonia.


martes, 19 de abril de 2016

Fragmento de "Bartleby, el escribiente" (1853), Herman Melville

Asistimos al final. El abogado observa al escribiente. Bartleby, acurrucado al pie de un grueso muro espera su inevitable final. Somos testigos del hombre que ha cumplido con todas las exigencias; eficiente, laborioso, serio, responsable, perplejo ante la discordancia, y, al otro lado, inmóvil y contemplativo, al que es una carta muerta, un sobre sellado al que nadie (salvo un destinatario ahora inexistente), podría develar. 

No puede existir comunicación verbal, no hay lazos que le unan a nadie, ha llegado tarde, se ha extraviado en el camino, alguien se ha confundido en las calles, en los buzones de unas casas que, a primera vista, parecen todas iguales. La carta sin destinatario ha vuelto al servicio de correos.

¿Qué se hace entonces con el elemento que no encaja?, ¿qué esperanza hay para la pieza que no funciona?  

"El patio estaba completamente tranquilo. A los presos comunes les estaba vedado el acceso. Los muros que lo rodeaban, de asombroso espesor; excluían todo ruido. El carácter egipcio de la arquitectura me abrumó con su tristeza. Pero a mis pies crecía un suave césped cautivo. Era como si en el corazón de las eternas pirámides, por una extraña magia, hubiese brotado de las grietas una semilla arrojada por los pájaros."


lunes, 18 de abril de 2016

Pruebas irrefutables de vida en otros planetas (Rodrigo Fresán)

Hoy, buscando en mi minibiblioteca una novela perdida de Roberto Bolaño, me he encontrado por casualidad con "La velocidad de las cosas", un libro de relatos del cada vez más leído en España, Rodrigo Fresán. Un escritor argentino afincado en Barcelona; poseedor de una vasta cultura lectora, amigo íntimo de Roberto Bolaño y experimentado ladrón de libros en su juventud. Un escritor que no escribe novelas de ciencia ficción sino con ciencia ficción, pynchoniano, cheeveriano, dickniano, bolañiano, prologuista de grandes autores, articulista en Página 12, crítico de la sociedad de consumo, la inmediatez y la banalidad, y fértil (ultrafértil), escritor de maravillosas realidades paralelas, que, casi siempre, tienen como protagonista a un escritor.



sábado, 16 de abril de 2016

El arco iris de gravedad, Thomas Pynchon (parte 8)

Páginas 87-97 (última actualización en marzo de 2019).

Parte 8:  Sobre Mexico, el anti-Pointsman.


Las secciones de la novela, de común breves, se extienden algo más cuando se trata de abordar estados de ánimo, emociones o sueños que personajes como Jessica Swanlake, Roger Mexico, Edward W.A. Pointsman y Geoffrey Pirate Prentice tienen sobre sí mismos, sobre otros o sobre la guerra. Aparecen elementos y detalles, la historia se mueve gracias a los cambios de tiempo narrativo y la constante entrada y salida de personajes. No hay desorden, más bien un efecto de contraste o de profundidad que nos acerca visualmente a lo narrado. 


Jessica despierta junto a Mexico en la casa donde se ven a escondidas. El sueño que tenía justo antes de despertar se funde con el frío, con el aspecto de las calles desde la ventana. Mexico duerme, murmura palabras entre sueños. Jessica piensa  ¿por qué nada puede ser normal? ¿por qué sólo la guerra importa? Desde su escondrijo la guerra parece lejana, casi irreal pero la amenaza es siempre latente. Aún en sueños, permanecen con los ojos pegados al cielo.

Para Jessica, Mexico sigue siendo un jeroglífico. Lejos de la precognición, Mexico determina probabilidades de caos explosivo en los barrios de Londres aplicando una sencilla ecuación de Poisson sobre un mapa. Pero a Jessica se le escapan las piezas, es incapaz de unir sobre una hoja cuadriculada el probable destino de los puntos. A los ojos de Jessica, a los ojos de todos los miembros de la Visitación Blanca, Roger Mexico parece cada vez más un profeta. En los ceniceros de su despacho las colillas de cigarrillo se amontonan. Opuesto a los valores absolutos en los que se mueve Pointsman, Mexico aparece como su gemelo matérico opuesto; como el anti-Pointsman. Todo él observado desde el exterior, como el elemento más raro de un grupo de seres con curiosas capacidades mentales.

Jessica fuma, enciende cigarrillos con la colilla del anterior...
"¿Y la gente que tendría que estar
durmiendo en esas casas vacías, la gente que fue arrojada de ellas,
algunos para siempre…? ¿Sueñan con ciudades llenas de brillantes
luces en la noche, con navidades vistas otra vez desde la ventajosa
perspectiva infantil y no como ovejas acurrucadas, tan vulnerables
en  la  desnuda  ladera  de  la  montaña,  tan  blanqueadas  por  el
resplandor de la terrible Estrella? ¿O sueñan con canciones alegres,
tan  encantadoras  y  auténticas  que  pueden  recordarse  al
despertar…? ¿Sueños de tiempos de paz…?"
Y de pronto, la muerte entra derribando las ventanas con la onda expansiva de su presencia. Un cohete ha caído cerca de la casa.





domingo, 10 de abril de 2016

Mientras agonizo (William Faulkner)


Novela polifónica, novela de voces, novela coral, tales son los nombres con los que se ha designado al conjunto de miradas que se reflejan sobre una realidad con tal de describirla. El  monólogo interior como devaneo de la mente sin más límite ni censura que la propia autojustificación; tales fueron las herramientas utilizadas por William Faulkner para conseguir la gran novela que es esta novela. 

A través de sus cincuenta y nueve monólogos interiores se narra la odisea de los Bundren, una familia de campesinos pobres que habrá de luchar, contra fuego y marea, para cumplir con el último y tiránico deseo de la madre, Addie Bundren

A partir de una idea poco pretenciosa (trasladar el cadáver hasta un cementerio de Jefferson), el relato se transforma en la presentación minuciosa de la realidad más cotidiana y atemporal, abarca a través de metáforas la multitud de escenarios en los que tienen lugar los actos humanos. 


sábado, 2 de abril de 2016

George y Vivian (John Updike)

No inmediatamente después pero sí muy cerca de Cheever, aparece Updike como un chispazo. Updike, la imagen de Updike, la estatura de Updike, su elegante amabilidad. La cara de Updike sonriendo con la cabeza enfundada en un gorro de lana que le cubre hasta las cejas. 

John Updike es el creador de una serie de novelas y personajes inolvidables a los que se suman cuentos, ensayos y una larga lista de trabajos relacionados con la literatura y la crítica. Está considerado dentro de los grandes escritores estadounidenses, de esos que hay que leer si uno quiere hacerse una idea de cómo se hilan las cosas en el universo literario de esa parte del mundo. 

George y Vivian es uno de los cuentos incluidos en el volumen "Lo que queda por vivir"  (The afterlife and other stories, 1994), un cuento que me encanta no sólo por lo que dice sino también, y sobre todo, por cómo lo dice.  A través de una prosa siempre cuidada, inteligente, medida, pesada, y sí, también y como muchos opinan, bastante conservadora, Updike nos recuerda que en los hechos cotidianos siempre hay cabida para inesperados contactos con la belleza, lo supremo y lo inevitable. Epifanías que nos ayudan a entender de qué va realmente esto que llamamos estar vivos...

martes, 22 de marzo de 2016

Los monstruos que no decimos, Jordi Ribas (Traducción)

Como os he comentado, de tanto en tanto me dedico al robo. Voy a la web de Jordi Ribas, cojo las entradas que más me gustan, las traduzco al castellano y las publico aquí. Con un par. Resumo días de trabajo (que el hombre se documenta y no pone una coma donde no corresponde), en sólo un par de horas de traducción y de disfrute gratuito. Enriquece el contenido, mejora la imagen, aumenta las visitas. Guapa, así es la vida del ladrón.

Pero en esta ocasión, además del hecho de que la obra del artista Flóra Borsi me deslumbra tanto como a Jordi, rescato también, tanto de la artista como de la entrada de mi amigo, la reivindicación de un concepto que adoro cada día más; la lentitud y el desplazamiento milimétrico de todas las cosas. Nuestra venganza, activa y funcional, contra los tiempos de babeo apresurado en que nos ha tocado existir. Vivir en un segundo, elástico, estirado hasta el infinito, mientras observamos desde allí (desde esa lentitud en la que no pasa nada, pero pasa siempre, tanto, todo) cómo se forman y se deforman las cosas. Metabolismo basal como pilar fundamental para tratar de comprender el mundo que nos rodea. Así que acá va, su reivindicativa y más reciente entrada en donde revela el gran talento de una luminosa gota de sangre joven...

domingo, 28 de febrero de 2016

Diccionario de Personajes de "El arco iris de gravedad" (parte 1)

Si hay algo que tienen las novelas de Pynchon, son personajes. Principales, secundarios, terciarios, accesorios, eventuales, circunstanciales y cualquier otro nivel posible y probable de algo-alguien que pueda inscribirse y escribirse en una novela. Y ahora, avanzando como avanzo en la lectura de "El arco iris de gravedad" y viendo la gran acumulación de apuntes, notas e ideas que va generando, he decidido que ya es hora de algo parecido a un diccionario. Como ya lo he dicho, no soy experto en el tema, pero me divierto haciendo apuntes, tomando notas y completándolas con cosillas como esta. Además, ésto podría servir de guía a algún alma errabunda en los territorios pynchonianos…

Por supuesto está incompletísimo, pero irá creciendo en la medida que avance en la lectura y vayan apareciendo más personajes o yo me adentre más en sus características. Por ahora, esto es lo que hay;

viernes, 19 de febrero de 2016

Murakami el hipnótico



Debo admitirlo, una de las decepciones más grandes que he tenido en el terreno de la literatura lleva por nombre Haruki Murakami

En principio adentrarme en la literatura de este hombre no me llamaba para nada la atención, pero, espoleado por las numerosas recomendaciones, aplastado por la descomunal fama de sus novelas, sensibilizado por los ojos de perrito con pena con que aparece en las fotos (ver foto), agobiado por las conversaciones de pasillo que siempre contenían un Murakami dicho como en un susurro, como si de una palabra clave se tratase, al final acabé por preguntarme: ¿pero qué hago yo sin leer a este milagro?, ¿qué hago yo tan perdido, tan lejos del círculo sagrado?


miércoles, 10 de febrero de 2016

Reposiciones, nuevas adquisiciones...Y dolor

He tenido suerte, si es que puede llamarse así, y gracias a esa suerte es que puedo leer sin dificultades en tres idiomas y hacer champurreo lector en otra. Ventaja y desventaja a la vez, porque así el abanico se expande y cuando la suerte esquiva, la mala memoria o los desaciertos (a veces injustificables) de la industria editorial, nos dejan sin nuestro ejemplar de esa novela estupenda, vamos y la buscamos en otro idioma...Y la encontramos...Y la compramos.

El problema de ser lector y vivir en un país que no es el tuyo y cuya lengua comprendes todavía a tropezones (pura desidia, todo hay que decirlo), es que la dificultad para encontrar novelas en papel a un precio razonable, se duplica. Qué más quisiera yo que tener cerca una biblioteca pública para atiborrarme de novelas...Pero no, así que la biblioteca privada va creciendo y va exigiendo, cual familia numerosa y alegre, más integrantes a la fiesta.

viernes, 5 de febrero de 2016

Por qué no leen los que leen

La idea de escribir lo que sigue nace de la lectura de "Contra el fundamentalismo del lector", la última entrada del blog de Elena Rius NOTAS PARA LECTORES CURIOSOS. Una entrada donde la autora deja ver su suspicacia ante la avalancha de admoniciones positivistas en pro de los innumerables beneficios de la lectura, y donde se plantean asuntos interesantes (y también un poco peliagudos), acerca de temas siempre presentes en el mundo del lector; como el valor de las cualidades funcionales de la lectura o la supuesta capacidad pontificadora de la literatura. 

Y, esto es lo que ha salido...

Jamás pensé que pondría una foto
de este hombre en mi blog...
Uno de los vástagos más robustos de la actual cultura pop, es la mitificación de perogrulladas en base a un supuesto respaldo científico

Cosas como prefiera las verduras a la comida chatarra, haga ejercicio en lugar de estar todo el día con el culo en sillón, prefiera los alimentos con poca grasa a los que chorrean ácidos grasos saturados que da gusto y otras cosas del género, de pronto requieren del respaldo de estudios hechos en prestigiosas universidades y del trabajo de decenas de científicos, como si el sentido común ya no fuese aval suficiente con que ir buscándose la vida.

miércoles, 3 de febrero de 2016

La flecha del tiempo (Martin Amis)

En 1967, cuando ya era amo y señor del vértice que forman el consumo de drogas, las visiones futuristas y la esquizofrenia paranoide, Philip K. Dick lanza al mundo otra de sus visiones; "Counter-clock Word" ("El mundo contra reloj"), una novela escrita sobre la paradoja del tiempo marcha atrásLa gente no come, regurgita; los excrementos no salen, entran. Los seres humanos vuelven a la vida en los cementerios con la ayuda de oscuras empresas dedicadas a proveer de servicios médicos y legales a quienes emiten subterráneos y desesperados gemidos desde las tumbas, y que al final (o al principio, según se mire), serán concebidos por parejas que sin necesidad del amor (puede que sin siquiera conocerse), estén dispuestas a dar origen a esa vieja-nueva vida en extinción. 

"Me llamo Tilly M. Benton y quiero salir de aquí", suplica la anciana sepultada bajo la hierba espesa de un cementerio abandonado, mientras el oficial Timbane, apostado junto a su tumba, empieza a entender que esa, será una noche muy larga.

jueves, 28 de enero de 2016

El arco iris de gravedad, Thomas Pynchon (parte 7)

Páginas 71-87 (última actualización en marzo de 2019).

Parte 7: Sobre el nada espiritual Edward W.A. Pointsman.



Al otro lado del Támesis Jessica y Mexico buscan a un viviseccionista; el doctor y pavloviano Edward W.A. Pointsman. Al llegar a su encuentro Jessica Swanlake y Roger Mexico descubren que una bomba V ha destrozado el laboratorio del doctor. Una frenética y divertida escena tendrá lugar en este momento, una que contrasta con la magnitud del desastre; todo se ha venido abajo, los objetos cotidianos se han vuelto peligrosos, cortantes, perforantes, amenazantes sobre las partes blandas de los cuerpos. 

Algunas de las cosas que han quedado por allí también abren otra clase de heridas, íntimos deseos en la mente de Jessica. Es difícil caminar entre los escombros. 


"La bomba V, cuyas mutilaciones él rondaba, había derribado cuatro viviendas algunos días atrás, exactamente cuatro casas, con la misma precisión de una intervención  quirúrgica.  Se  percibe  el  suave  olor  a  madera doméstica  derribada  antes  de  tiempo,  a  cenizas  empapadas de lluvia."(página 72)



Casa en que nació Pavlov
Llueve, la noche es oscura y es fría, y para el pobre perro que se esconde entre los escombros del laboratorio destruido, huir es un asunto de vida o muerte. 

Los perros (y puede que esto sólo sea una metáfora), son los elegidos para los experimentos pavlovianos del doctor Pointsmann. Los que caen en sus manos van por ahí con los músculos al aire, con catéteres que cuelgan al costado de sus caras, las mejillas y otras partes de sus cuerpos como campos de batalla y de experimentación. Mexico ayuda a Pointsmann a acorralar al perro mientras Jessica, sin atreverse a pensar demasiado en destino del pobre animal, fuma y espera a que todo acabe.

No habrá suerte para Pointsmann. No al menos esta noche.

En este pasaje el narrador continúa el relato desde la vista y el pensamiento. La sordidez y la intensidad del ambiente se describen a través de diálogos íntimos que ocurren casi en susurros, secretos develados por voces interiores, narraciones en segunda persona. Aparecen estructuras gramaticales poco usuales y cacofonías que, sin embargo, no alteran la fluidez ni la musicalidad de las frases. Todo lo contrario, la intensifican al alinearse con el entorno, al ser un reflejo del ambiente que pretenden describir. 


"Giran hacia el sur. Las luces brillan, acogedoras, en el tablero de mandos del coche. Los proyectores de vigilancia escudriñan el lluvioso cielo. El débil vehículo retiembla por las carreteras. Jessica va sumergiéndose en el sueño; cruje el asiento de cuero cuando ella se encoge. El limpiaparabrisas aparta la lluvia trazando rítmicos y brillantes semicírculos. Son más de las dos: hora de ir a casa."(página 78)




Luego del incidente del perro Pointsman se dirige hacia el hospital de Santa Verónica, allí le espera el doctor Kevin Spectro. Entre ronda y ronda, mientras Spectro clava jeringuillas, atiende a los niños de la guerra y reparte frases tranquilizadoras y falsas, ambos se reúnen para hablar; de la guerra, de la muerte, de cómo experimentan con animales y personas, se cuestionan, se castigan; se justifican. Slothrop es un tema recurrente, ¿quién es?, ¿qué es?, ¿a qué ley de la física desafía?; ¿Es realmente la explosión del cohete lo que Slothrop detecta, o es esta despolarización, esta "confusión" neurótica que llena las salas esta noche?. Para ellos como para nosotros, Slothrop es un misterio.

Aquella noche la mente de Pointsman transita también por otros territorios. Escucha a los niños durmiendo en la sala contigua; sus quejidos apagados, sus palabras a media voz, su necesidad de consuelo, mientras su alma se llena de una sensación nada espiritual, del deseo inenarrable de meterse en sus camas. 

Sí, Pointsman tiene mucho en que pensar. Pointsman imagina a los niños de la guerra envueltos en sus sábanas virginales, los ve llegar en trenes a la estación de Santa Verónica, los espera, los observa, los engaña con su amabilidad. Tal vez aquella noche tampoco haya suerte en eso para Pointsman, pero otros trenes llegarán, decenas de otros cargamentos de niños perdidos, hambrientos y desconsolados se detendrán en la estación, y Pointsman estará allí para darles la bienvenida.







martes, 19 de enero de 2016

Adiós hermano mío (John Cheever)

Igual como surgió la idea de reseñar a Pynchon para entender-lo mejor, he pensado en reseñar ciertos cuentos para entender-me mejor. 

En general, los motivos de por qué nos gusta un cuento saltan a la vista; una historia interesante, un estilo sugerente, una estructura particular, o incluso, la perspectiva inusual de algo que hasta entonces nos había pasado desapercibido; la idea de que un paraguas, puede ser mucho más que un paraguas. 

Pero no siempre es tan sencillo. A veces las razones se ocultan, pasan por estados y sensaciones difícilmente transferibles a palabras. Y, claro, sumergirse allí, en la oscuridad del sótano en busca de respuestas, aparece como un ejercicio interesante y revelador.

Es por eso que ofrezco aquí la lista de mis pilares fundamentales que son además mis recomendaciones de lectura en el terreno del cuento. 

Los títulos son numerosos, los autores son dispares, todo ha sido terreno fértil para decodificar la realidad a través del microscopio del relato corto; desde los lejanos cortázares de mi juventud hasta mis más recientes updikes, acá están todos, a ver qué sale.

jueves, 14 de enero de 2016

El arco iris de gravedad, Thomas Pynchon (parte 6)

Páginas 64-70 (última actualización en marzo de 2019).

 Parte 6: Sobre el amor y la guerra.


No hay amores como los amores de la guerra. Inmediatez y brevedad, impotencia y arranques de celos, un tercero en discordia, la muerte acechando las ventanas por las que se adivina el bulto fundido de los cuerpos de Jessica Swanlake y Roger Mexico sobre la cama.



Los amantes aprovechan cualquier momento para estar solos. Mexico experimenta intensos ataques de celos, utiliza pueriles y rencorosos juegos de palabras para desvirtuar la imagen de su competidor Beaver, el novio oficial de Jessica, como trastocar su nombre por el de otra alimaña, le llama Nutria ("Beaver" en inglés significa "castor"). Ante la ineficacia de sus estratagemas se desespera, agita las manos al interior del coche en el que Jessica y él se dirigen en misión especial hacia el sur del Támesis, a encontrarse con un viviseccionista de primera categoría. Y Jessica, la silueta de Jessica...

"El rostro de Jessica, sobre el fondo de vaho condensado en el cristal de la ventanilla, se ha convertido en otra nebulosidad, en otro truco luminoso del invierno. Más allá de su silueta, pasa la blanca fractura de la lluvia"(página 64)

Jessica y Mexico se conocieron gracias a un cohete, el maravilloso estruendo de un cohete lo suficientemente lejano, hacia la ciudad, para sentirse a salvo, pero lo bastante próximo y ruidoso como para hacer que Jessica decidiera refugiarse en el coche de Mexico...


"Y  hubo  momentos,  también  recientes  la  mayoría  de  ellos, momentos en que, cara-a-cara, no hubo modo de saber quién-era-
quién. Sentían al mismo tiempo la misma extraña confusión…, algo 
así como mirarse por sorpresa en un espejo, pero…, más que eso, 
el sentimiento de estar realmente unidos… cuando después de…,
¿quién sabe?, ¿dos minutos?, ¿una semana?, comprendían, ya otra 
vez  separados,  lo  que  estuvo  ocurriendo:  que  Roger  y  Jessica 
estuvieron fundidos en un único ser inconsciente de sí mismo… En 
una vida que él ha maldecido, una y otra vez, por su necesidad de 
creer  en  lo  transobservable.  He  aquí  la  primera,  la primerísima magia auténtica: datos que él no puede rebatir.
"
 (página 65)


Mexico teme que Jessica le vea sólo como un frío hombre de ciencias, como la excepción decepcionante del grupo de estrafalarios talentos paranormales de la que México forma parte; La Visitación Blanca. Mexico no es un clarividente, no es un viajero astral, no conecta con el otro mundo en viajes de desdoblamiento, Mexico no es más que un estadístico común y corriente intentando decodificar a números el incomprensible mensaje de las ouijas. Es un hijo de la guerra. Es tan joven y hace tanto tiempo que la guerra ha comenzado...

Juntos han visto decenas de cadáveres, han visto el consumirse de las casas devoradas por el fuego, el reflejo de tantas llamas amarillas que ambos han dejado de contar, y ahora, en una especie de tregua contestataria, se refugian en una casa al sur de Londres en la zona de paso prohibido. Durante sus encuentros al menos uno de los dos jamás se olvida de llevar flores. Corren el riesgo y mantendrán posiciones sin importar lo que suceda. Están enamorados. A la mierda la guerra.










viernes, 8 de enero de 2016

El arco iris de gravedad, Thomas Pynchon (parte 5)

Páginas 53-63 (última actualización en marzo de 2019).

Parte 5: Sobre Roger Mexico, Jessica Swanlake y el pasado amoroso de Pirate Prentice.



La tierra sigue temblando. Bajo el estallido de las bombas, ocultos en la oscuridad, hombres y mujeres se congregan para poner en marcha los rituales de la guerra. En los oscuros rincones de un Londres que lucha por seguir resistiendo al bombardeo nazi, la vida, el amor y la guerra, se hacen en las calles, en ocasiones al mismo tiempo. 

En algún lugar de las inmediaciones, en una habitación semioscura, se describe la escena de un insólito ritual de espiritismo. Los cuatro elementos aseguran la estabilidad del círculo sagrado; "Roland Feldspath (el espíritu), Peter  Sachsa  (el  control), Carroll Eventyr  (el  médium), Selena (la esposa y sobreviviente)(página 55).

En la habitación contigua al ritual, el estadístico Milton Gloaming se afana en las ecuaciones para la construcción de un vocabulario de curvas a partir de las palabras aparecidas en la ouija. Jessica Swanlake le acompaña. Jessica Swanlake se agita bajo el jersey de lana marrón y pregunta a Gloaming cuál es la palabra que más se repite. Obviamente, la palabra que más se repite es muerte.

Jessica espera, dardos en mano y la impaciencia oprimiéndole el pecho, el regreso de su amante Roger Mexico.

Además del espiritismo la noche londinense incluye juegos de dados, paseos al romántico temblor de las bombas lejanas, intercambios de compañía, amor e información. La espera siempre es tensa aunque no se espere nada. Las bombas nazis convierten cada minuto en el que podría ser el último. Y sin embargo ni las bombas ni la oscuridad ni el temor les harán morir antes de tiempo, londinenses y extranjeros se reúnen y transitan, se buscan y se encuentran con fines no del todo al servicio de los intereses militares.

jueves, 7 de enero de 2016

El arco iris de gravedad, Thomas Pynchon (parte 4)

Páginas 39-52 (última actualización en marzo de 2019).

Parte 4: Sobre el Impolex G, las V-2 y el pene de Slothrop.



Luego de la incursión espía de Teddy Bloat a la oficina del teniente Tyrone Slothrop , la acción sigue los pasos de éste último. 


Teniente estadounidense, miembro de la ACHTUG, introspectivo y solitario, Slothrop se perfila como uno de los personajes más interesantes y complejos de "Beyone the zone", la primera parte de la novela. Es además uno de los personajes más conocidos de Pynchon. Manipulado por los artífices de la guerra Slothrop es la metáfora de la deshumanización, del hombre reducido y sometido por un poder inalcanzable e incontrolable. Cuando era pequeño y en un intento de los nazis por diseñar nuevas armas para la guerra, la mente y el cuerpo de Slothrop fueron condicionados otorgándole lo que se ha descrito como una hilarante reacción, esto es; sufrir de incontenibles erecciones ante la cercanía de las bombas V-2 alemanas. 


En la contraportada de la edición Fábula (2012) se lee lo siguiente;

"Tyrone Slothrop, un militar norteamericano que trabaja para la inteligencia aliada en Londres, 1944, padece un grave problema: cada vez que cae una de las bombas autopropulsadas alemanas V-2, él tiene una erección. De niño Slothrop fue sometido a experimentos pavlovianos por el profesor de Harvard Lazlo Jamf, un loco científico alemán que trabaja para los nazis. Lazlo inventó el Imipolex G, un nuevo aislante para cohetes, y condicionó las partes pudendas de Tyrone para que respondieran a la presencia de ese nuevo material . Ahora, ya adulto, nuestro protagonista no puede evitar sentir la presencia del Imipolex en las bombas, y sus superiores están investigándolo. En una Alemania devastada por la guerra. Tyrone se enfrenta a legiones de extraños enemigos, de los que tendrá que huir haciendo cabriolas."

Una contraportada que, como todas las contraportadas, hace hincapié en los aspectos más llamativos y comercializables de la novela, pero que se queda muy corta a la hora de describir al teniente... Porque así dicho pareciera como si todo girara en torno a la hilarante historia de un soldado preso de un absurdo condicionamiento pavloviano, pero además de eso Slothrop es también un ser profundamente solo, aislado y a la deriva en una realidad que está muy lejos de comprender y de la que no puede sentirse parte.